Me pasa que vuelvo a ti,
Cada día al despertar,
A tu sinceridad,
A tus ganas, a tu honesta intensidad.
Esa intensidad que te acompaña
Y te vuelve tan real,
Que me electrifica y me recorre,
Me eriza y me hace suspirar.
Y regreso y me quedo pegado en tu mirada,
Tan humilde, risueña y a la vez severa,
Que lee, descifra, empatiza y comprende,
Incluso a aquellos que nos sentimos diferentes.
Me pasa que vuelvo a ti,
Extrañando tu cariño y entrega,
Aunque ya no te encuentre,
Aunque ya no me esperas.