Distrito 9 - Sereg Luin

Hay distintos motivos por los que uno se sienta frente al televisor a ver una película. Hay algunos que a mi juicio han perdido la capacidad de asombro y ven con ojo critico lo que está destinado a ser simple diversión, anotando en su libreta estrellas a medio pintar, evaluando una cinta como débil, pobre o excelente. Más triste aun son aquellos que antes de ver una película se fijan cuantas estrellas blancas o negras les dio el sujeto anterior, leen sus pequeños argumentos de como el film en cuestión está destinado a convertirse en un éxito o derechamente en un fracaso.

Escoger una película tampoco es tarea sencilla, sobretodo cuando se cuenta con una colección respetable o con una atractiva cartelera. Algunos se la juegan por los generos priorizándo el drama o la acción antes del romance, y viceversa. Otros siguen directores o actores de su preferencia, incondicionales a escoger a ojos cerrados la nueva película de fulano de tal.

Al decir verdad yo tengo un poco de todos ellos, no me dejo influenciar por las criticas, pero cuando una película me gusta suelo comparar mi experiencia con lo que opinó algún individuo en el diario o internet. Eso me sirve para comprobar la cliché frase de: "en gustos no hay nada escrito" aplicable a un sin fin de situaciones.

Recapitulando un poco, aun sigo invadido por el famoso virus, ese que me mantiene resfriado subiendo y bajando mis energias a su antojo. Opté por no combatirlo más y hacerme su amigo, "si no puedes con él unetele" al menos eso dicen algunos, lo cierto es que llegamos a un trato y lo dejaré vivir por unas cuantas horas más. El me sacará sudor, congestión y una que otra tos carrasposa y a cambio yo obtengo algo de tiempo para hacer algunas cosas que a veces en un estado sano del cuerpo postergo por una u otra razón. Es por eso que este fin de semana fue de películas, de limonadas y de onces en la cama.

Vi cuatro o cinco películas (un par repetidas, tengo ese gusto por ver películas repetidas), pero entre la nuevas para mi, la que más destaco es "Distrito 9", actualmente en el cine pero que gracias al mundo de la piratería virtual había descargado hace varios días atrás y no había visto por lo mencionado anteriormente (eso del tiempo).

Distrito 9 es una grata sorpresa en el cine de hoy en día, por varios motivos: su historia, su estética, su estilo, su visión, su sorpresividad. A riesgo de ser redundante, la mayor virtud de Distrito 9 es que sorprende. Cuando uno ve una pelicula de ciencia ficción es poco lo que se puede llegar a asombrar, con tanto avance y efectos especiales, películas con contexto aparecen solo cada algunos años.

La trama es sencilla: Una nave extraterrestres aparece en la tierra, "estacionándose" sobre la ciudad de Johannesburgo, Sudáfrica. Es el año 1982. Asi comienza todo, con un sin fin de preguntas, sobretodo por los primeros 30 minutos, filmados como una especie de documental, con opiniones futuristas, paralelas al presente que muestra la cinta, una propuesta excelente. Sin querer contar todos los detalles, la película está lejos de ser una guerra de especies, con heroes volando aviones mientras fuman habanos, con golpes que derriban paredes o presidentes gringos que deciden sobre el accionar del mundo. La temática de la película que también es su mayor virtud, es el indagar sobre los sentimientos intimos del ser humano, mostrándo la calaña de especie que podemos llegar a ser, transformándose de pronto en una cinta con una fuerte autocrítica social, que atrapa y no deja escapar hasta el último momento.

Distrito 9 puede que no llegue a ser de un exito rotundo en cuanto a taquilla, pero la verdad, para el publico común da lo mismo, porque con el paso del tiempo se transformará en una película de culto, lo hará (eso lo firmo). Claramente no es una película del gusto de todos, pero esas películas no existen... a lo mejor Amelie, pero no he perdido la esperanza de encontrar a alguien que no le guste, es que es muy buena.

Así que mi recomendación es sencilla: Si pueden, veanla y formense su propia opinion.