En una charla inusual, extraña e inesperada con una persona que ha llamado mi atención, vinieron a mi mente nuevamente tópicos interesantes y demasiado profundos para mi propia cabeza, aún así hago lo que puedo por entender cada pequeño detalle problemático que pueda surgir.
Hablando de lo correcto e incorrecto, de lo que está bien y lo que está mal, lo que daña y lo que fortalece. Quién decide realmente cada factor que apunte a cada situación? Existe realmente alguien digno de levantar el dedo y decidir el futuro de otra persona? Pues la respuesta es no, nadie debería, sin embargo muchos lo hacen. Aparentemente es fácil caer en prejuicios y en la toma anticipada de decisiones erróneas. Y lo peor de todo es que aprender a evitarlo es realmente difícil, mas no imposible.
Pero hay algo realmente peor que tomar una decisión equívoca creyendo que es la correcta, y es el hecho de sentirse superior y victorioso ante la puñalada cometida, es fácil atacar a uno por la espalda creyendo que así se lo vence, es fácil decir un nombre y apuntar con el índice con una firmeza espectacular olvidando que uno mismo podría correr la suerte que a otro lo enloquece. Sencillamente nadie está libre de errores. Se toman decisiones erroneas, se lastiman, se pierden en el egocentrismo de una supuesta victoria y complejo asesino de superioridad y es ahí donde se pierde la propia dignidad.
Les digo entonces, no es tan difícil pensar cinco segundos más acerca de lo que se va a hacer, que se va a decidir, si los aman, piénsenlo; si los odian, piénsenlo una vez más. El divague es complejo, se tocan tópicos para temas aparte: errores, decisiones mal tomadas, sentido de culpa, de victoria, complejo de superioridad, y en toda clase de situaciones, no solamente en aquellas que implican el daño a terceros sino también a uno mismo.
He intentado limpiarme de errores del pasado aún cuando los prejuicios y despechos, los complejos de superioridad y victoria anticipada de quienes me atacan me siguen más cerca que la propia sombra que me atormenta, pero he aquí algo que jamás podrán quitarme y es sencillamente el hecho de que jamás sería tan idiota como para rebajarme a luchas patéticas e innecesarias por el control de los hechos falsos y la verdad truncada, las amistades fingidas y del pasado que es pasado y es necesario olvidar.
Así que mi consejo es el siguiente: para todos aquellos que sienten ganas de apuñalar a alguien por la espalda inmersos en un inigualable egoísmo y complejo de superioridad, piénsenlo dos veces. Para todos aquellos que tomaron una mala decisión y desean enmendar los agujeros creados, piénsenlo una sola vez. Para todos aquellos que se sientan capaces de afrontar cualquier situación y tengan dentro de su corazón sólo deseos de amar y ser amado, no gasten tiempo pensando, simplemente salgan a buscar lo que tanto quieren, con paciencia y tranquilidad.
NADA PERSONAL AHORA OK
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