Valpo en 100 palabras - Año 2004

Bitácora en Porteño!

Se puso la salida de cancha y bajó al plan a comprar pan batido y fiambre.

Diego Valderrama, 28 Años, Valparaíso. (Mención Honrosa)

Cementerio de Troles

Los troles se están muriendo. Desde mi ventana los veo despacio por la Avenida España. Cuando oman la curva frente al Cerro Barón, la escolta que parecía acompañarlos, se aleja. Solos tras su remolque, hacen un nuevo giro y comienzan a bajar. La cuesta es poco pronunciada, pero se siente eterna. La fosa común espera. No hay despedidas, flores ni parientes que consolar.

Lorna Püschel, 22 Años, Valparaíso. (Mención Honrosa)

Honesto y Generoso
Valparaíso es un travesti. Un travesti honesto y hediondo a orines. No maquilla la misera, ni se sonroja al ver al marinero entrando a un hotel de la mano de un compañero más afortunado. Perros sarnosos y gatos bohemios lo acompa-nan por estas estrechas y sucias calles, que hoy recorre y por las cuales ayer se arrastró. Da servicio a quien lo quiera: estibadores, estudiantes, borrachines, jubilados de la Plaza Echaurren e incluso soporta a los pseudopoetas que vagan por las aceras. Valparaíso no aparenta, es como es. Si no te gusta, puedes irte con la puta de al lado.

Rinaldo Vidal, 27 Años, Puerto Varas. (Mención Honrosa)

Naufragio

¿Donde dejaste la pulserita de oro? Mira su muñeca vacía y siente el peso acusador de la madre. Hincada al borde de la pileta, afirma el remolino con una mano y agita el agua con la otra, intentando recoger desde el fondo la figurita de mazapán comprada un rato antes en Stefani.

Natacha Gómez, 35 Años, Valparaíso. (Mención Honrosa)

Sub Mare
Hay algo en Valparaíso que nadie sabe, excepto los vagos y los gatos: que de tanto apretarse unas con otras las casas y sus calles, sus techos y murallas, la ciudad se sostiene sola, como una cáscara de huevo, como un casco de nave. Lentamente el océano ha ido entrando y carcomiendo al Valparaíso subterráneo; tiempo ya, otras olas rompen bajo los cerros, otros vientos azotan sus raices y cimientos, y los barcos perdidos han vuelto a naufragar.

José Tomás Videla, 25 Años, Viña del Mar. (Primer Lugar)